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· Lo concluye un estudio del IISPV y del Hospital Universitari Institut Pere Mata que permitirá llevar a cabo tratamientos más personalizados
Las personas que sufren un primer brote psicótico y que previamente habían sido diagnosticadas con un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen más sesgos cognitivos (condición que se da al producirse errores automáticos del procesamiento cognitivo y que también se conoce con el término de distorsión cognitiva). Lo concluye un estudio liderado por investigadoras e investigadores del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) que forman parte del Equipo de Intervención Precoz por Trastornos Psicóticos Incipientes del Hospital Universitari Institut Pere Mata.
Este grupo de investigación ha comparado a personas con un primer episodio psicótico y con TDAH y las que han sufrido este brote, pero que, en cambio, no tenían antecedentes de este trastorno. Esto les ha permitido identificar un subgrupo de personas con trastorno psicótico y, por tanto, conocer así sus características.
Vanessa Sanchez-Gistau, psiquiatra investigadora de este estudio y responsable del Equipo de Intervención Precoz por Trastornos Psicóticos Incipientes del Hospital Universitari Institut Pere Mata, explica que “esto permitiría realizar unas intervenciones más específicas en esta población y evitar que la enfermedad pueda evolucionar hacia peor”.
En concreto, este grupo de investigación ha encontrado que las distorsiones cognitivas que más sufren las personas de este subgrupo de pacientes con psicosis y TDAH son la de la intencionalización y la del razonamiento emocional. La primera -explica Vanessa Sánchez-Gistau- tiene que ver con que la persona “tiende de forma automática a interpretar las acciones de los demás como hechas de forma intencionada”. La segunda consiste en “tomar las propias emociones como una prueba de verdad absoluta; es decir, la tendencia a razonar en función de cómo la persona se siente en un momento determinado en lugar de basarse en la realidad objetiva”.
Este estudio permitirá sentar las bases para abordar la psicosis de forma más personalizada. Concretamente, los y las investigadores sugieren que el tratamiento más apropiado para este tipo de pacientes es el que se conoce como metacognición: “Es un tratamiento de psicoterapia que cambia o normaliza estos errores automáticos del procesamiento cognitivo. Es muy específico y ya ha sido validado para la psicosis”, explica Vanessa Sánchez-Gistau.
Incidencia de la psicosis
Los primeros síntomas de la psicosis suelen aparecer entre los últimos años de la adolescencia y la primera etapa de la edad adulta. Se manifiesta, por tanto, durante la juventud. De ahí que intervenir a tiempo sea clave. Se calcula que el 4% de la población mundial sufre algún trastorno psicótico. Intervenir desde el principio puede ayudar a mejorar la calidad de vida tanto del paciente como de su familia.